
Intro
Cuando se vive sola, todo tiene el ritmo que una le quiere poner: la hora en que se levanta y que se acuesta; lo que come o no come; la hora de salir y la hora de volver; el tiempo que habla por teléfono; el silencio y el ruido; la gente que decide invitar a casa y cómo pasar el tiempo con esa visita...
Lo cierto es, que el resto del universo conspira para perturbarnos ese delicioso caos al que uno se entrega con deleite y dedicación.
Para minimizar las consecuencias de tal conspiración y hacer lo que se nos antoja con nuestro tiempo libre, he escrito esta pequeña guía de piques, que un buen soltero debe tener siempre a mano.
Desde ya se agradecen vuestras sugerencias para que ésta guía se enriquezca.
Capitulo 1
El descanso.
La primera entrega de éste "Manual del Buen Soltero" tratará sobre un tema básico; El descanso.
Es indispensable para cualquier mortal descansar -al menos de cuando en cuando- con el fin de recuperar energías para hacer otras cosas indispensables (ej: volver a salir de parranda).
Para que el susodicho sea bien aprovechado deberíamos tener en cuenta algunos detalles.
- Cortinas oscuras bien cerradas, para que no moleste el sol y para que de paso despiste a los molestos que puedan caer sin previo aviso.
- Teléfonos -fijo y móvil- desconectados.
- Cama cómoda y -al menos- sábanas estiraditas o un sofá cómodo.
- Botella de agua a mano (ej: en la mesa de luz).
- Un buen libro.
- Buena música.
Claro que si mamá llama por teléfono un promedio de seis veces diarias y hoy solo lo hizo tres veces, es muy probable que cuando estés en lo mejor de la lectura, ¡zas! ella te llame para preguntarte si apagaste las luces de afuera, o para contarte la que se mandó la vecina o esas cosas que a vos te encanta charlar con ella.
A no preocuparse, queridos amigos, eso tiene solución. Desconecta el teléfono rápidamente. Pero inmediatamente, porque seguro que su instinto materno ya percibió que tenés un libro en la mano y estás disponiéndote a descansar.
Acto seguido, apaga el celular, porque sabés que ella va a escribirte mil mensajes si no le atendés el teléfono. De paso evitás esos insoportables SMS con cadenas; avisos sobre nuevas promociones; mensajes de aquel personaje que te dijo que te iba a llamar hace tres meses cuando salieron y nunca pintó.
Listo, podés ir acomodándote.
¿Y si alguien cae de sopetón en casa y toca timbre?
Para todo hay un tiempo y "éste" es el momento para el descanso y el libro. No hay lugares para terceros.
Pues bien, cómo tuvimos la precaución de cerrar las cortinas, nadie se percatará de que nosotros (el libro y uno) estamos dentro haciéndonos los distraídos.
¡ATENCIÓN! Quitar la llave de la cerradura para evitar suspicacias.
Malhumorado y con el dedo chato de tocar timbre, el molesto recién llegado se marchará. En tanto, nosotros habremos terminado de leer ese capítulo que estaba buenísimo y nos habrá dado un sueñito considerable cómo para quedarnos dormidos en ese mismo lugar.
Cómo última recomendación les recuerdo tomar un poco de agua de la botellita que dejamos a mano. Es imprescindible hidratarse cuando uno hace ejercicio (aunque sea mental).
Ya me contarán cómo resulta.
¡Buena suerte y hasta el próximo capítulo!
Otium cum dignitate: Ocio con dignidad.