18 mayo, 2014

Pérdida

Despertarse un día con la certeza de que ya no vas a volver a ver a un ser querido, es una experiencia tan dura como enajenante. Esas primeras horas luego de la pérdida son como una pesadilla en la que sos protagonista pero de la que no podés despertarte. 

Cómo quisiera conocer las palabras que resten, al menos, un poco de vacío.