31 julio, 2008

¡¡¡Bien guacho!!!

Hoy se recibió nuestro querido negro Bichicome. Después de 9 laaaaaargos años, por lo qué el dice, lo logró y por más que a él no le emocione mucho a nosotros nos da tremendo orgullo.

Negro querido, Aguatero, Lord Bruno y yo te decimos,



¡¡¡FELICITACIONES!!!

Le robamos una foto para que sepan reconocer al nuevo médico (es el barbudo con pinta de pocos amigos).

23 julio, 2008

Nestlé y el Pereira Rossell

El Pereira Rossell es el hospital del niños y la mujer en dónde nacen la mayor cantidad de niños uruguayos (en su totalidad carenciados). SIEMPRE ES BIENVENIDA LA AYUDA.
Nestlé dona al Pereira $ 10 por cada persona que se suscriba a la página.
No cuesta nada y ayuda bastante.

Si tenés 2 minutos y querés dar una mano, entrá aquí (a vos no te cuesta nada):



20 julio, 2008

La Puerta del Sol (primera parte)


El metro

Ésta mañana me desperté recordando mi viaje a España de hace unos años y después de contarle un suceso en particular a mi pareja, me dieron ganas de compartirlo con ustedes.


Resulta que hace unos 4 años viajé a Madrid de paseo por unos pocos días. En el viaje de ida me agarré una gripe de novela que me dejó los tres primeros días en cama, pero ni bien el malestar mayor se fue, quise salir a conocer algo.

La persona que me alojaba (mi buen amigo Robert) trabajaba todo el día y a pesar de que a él le daba un poco de temor que yo saliera sola (una india suelta en Madrid), una mañana (después de que él salió para el trabajo), me lancé a la aventura.

Quería ver La Puerta del Sol, de la que solo conocía el nombre, entonces bajé, le pedí indicaciones a la señora que cuidaba el edificio y salí.


La primera de las aventuras fue el metro.
Ooohhhh! Qué mundo extraño existe allí abajo. Túneles, vías, artistas subterraneos (una especie de músico que se sube al omnibus, pero éste estaba en uno de los recovecos de los pasillos y usaba guitarra eléctrica y amplificador), escaleras que subían y bajaban apuradamente, muuuucha gente yendo y viniendo, máquinas espendedoras de refrescos y bocadillos y la uruguayita ahí, medio despistada preguntando cada tanto cómo llegar al andén indicado.
Finalemente di con el metro. Una estación (observo cuan rápido se baja la gente), dos estciones (me apronto porque en la que viene me bajo) tres estaciones ¡Listo! a bajarme rápido (no sea cosa que aquello me dejara dentro y me llevara a cualquier parte).
Ahora tenía que subir por la escalera, había dicho la señora del edificio. ¿¿¿Pero por cuál???

18 julio, 2008

Veranito en invierno (o un verano en el inviernito)


Yo soy de las medias estaciones. Me agobia el calor, además de hacerme sentir mal, pero digamos que el frío excesivo tampoco me gusta y tampoco me hace bien.
Siempre he dicho que me encantaría vivir en un lugar con una temperatura constante de 19 o 20 grados. En fin...

El asunto es que hace unos días que el invierno nos ha dado tregua. Hemos tenido temperaturas de hasta 25 grados, cosa que nos ha permitido descansar un poco del peso de tanta ropa de abrigo y la casa respira aire fresco.

Ésta mañana salimos al jardín y notamos que hasta las plantas están de lo más contentas con el veranito en medio de Julio, llenas de brotes en pleno invierno.
Y bue, tanto alboroto de la naturaleza nos terminó contagiando y nos pusimos a hacer jardinería en familia.

Nos dieron ganas de plantar una raíz que hacía tiempo teníamos en agua y que ahora estaba (igual que el resto de las plantas del jardín) con ganas de empezar a dar hojitas. La cosa terminó en que llenamos de plantas una jardinera grandota, esa que se ve en la foto y que pronto estará toda verde y llena de flores.


¿En definitiva, algún beneficio tenía que tener el calentamiento global, no?


¡Un abrazo!

05 julio, 2008

Un Italiano en Uruguay


Leyendo a Willow [AQUÍ], recordé a mi abuelo Paolo. Llegó a Uruguay después de la guerra, allá por mediados de siglo. Aquí tuvo a sus hijas y su nieta, su pequeño astillero, su azotea en dónde cultivaba esponjas vegetales, tomates y albacas. Aquí escribió su libro en el que hablaba de paz.

Supe que fue un hombre algo duro, aunque yo recuerdo de él su "
forzaaaa" cada vez que me saludaba agarrandome de las mejillas con una sonriza blanca y alegre y recuerdo que a pesar de entenderle poca cosa (porque siempre se resistió a hablar buen "uruguayo") era un tipo muy crítico del paisito y su gente. A veces parecía que el Uruguay no era de su agrado y no dudo que haya sentido más de una vez que estaba entre indios (sobre todo si estaba enojado).

Vivió entre Uruguay e Italia, cómo si estuviera a la vuelta de la esquina uno de otra.
Volvió a su tierra natal las veces que la sangre se lo pidió, pero cuando supo que su hora estaba llegando, volvió a Uruguay.
Hace muchos años el abuelo eligió ésta tierra para morir... Quizás haya sido porque el paisito supo hacerlo sentir en familia...

¿Cuántas cosas no se hubieran dado, si aquí se les hubiera dado la espalda a los inmigrantes...?

La foto es de la boda de mis padres. Mi abuelo está en medio de mi tía y mi mamá.