Vampiros & Recuerdos

Tengo más recuerdos difusos que tangibles de aquella época, casi unos trece años atrás.
Creo que fue en una pizzería del centro de Montevideo, en una reunión de compañeros de trabajo de Claudio (padre de mi hijo). Allí adquirieron rostro un grupo de personas de las que había escuchado hablar mucho a Clau. "Gente bárbara" decía entre risas mientas me contaba anécdotas del departamento de arte de la agencia de publicidad. De hecho esa fue la sensación que me llevé de aquel encuentro de pizza, calzone, vino y risas. Eso y el recuerdo casi fotográfico de él y su esposa despidiéndose de nosotros en la plaza Cagancha.
Varias excusas nos volverían a juntar a todos en el futuro.
Alejando y Claudio compartían, además del trabajo, el gusto por el comic. Recuerdo las charlas de ellos en las reuniones. Nombres como Mignola y Frazetta se repetían constantemente mientras revistas y hojas impresas con ilustraciones pasaban de un lado a otro.
Conservo una sensación muy agradable de aquellos encuentros ya de mayor confianza. Almuerzos en El Mercado del Puerto, cenas en El Lobizón, cumpleaños en El Pinar intentando cantar canciones de las que no sabíamos la letra (mención especial a Mr. Jones, de Counting Crows)...
Cuando Alejandro y Daniela se cambiaron de apartamento, nos juntamos allí. Ya se me borraron casi todos los detalles de ese encuentro, pero algo recuerdo cómo si fuera hoy. Alejandro estaba haciendo un trabajo espectacular, pintaba a oleo algo rojísimo...
Mientras escribo esto sonrió... cada recuerdo que logro rescatar se me hace absolutamente exquisito... Las voces, las bromas, las charlas a cerca de tener hijos, la llegada de Romina Colucci, el asado en Parque del Plata...
Hace mucho tiempo que no los veo. Así como encuentra, la vida también separa los caminos. Supe que ellos se habían ido a vivir a España hace unos cinco años y que el año pasado vinieron de visita a Uruguay justo en los días que Claudio se casaba por segunda vez... Que a Alejandro le estaba yendo bárbaro (Google es testigo). Que su trabajo era cada vez mejor. Que Daniela estaba estudiando y que sus hijos estaban creciendo precioso...
Una de las últimas imágenes que tengo del tano Colucci, es verlo caminar entre la gente por 18 de Julio, con paso tranquilo, distraido, pensando quien sabe en que genialidad de formas y colores. Con sus antojos redondeados, su abrigo negro y su prendedor de metal de la película Drácula...

Alejandro Colucci, una joya de la ilustración de arte fantástico, llena de orgullo a quienes lo conocemos tanto por su profesionalidad, como por su don de gente.



Si querés conocer más de este uruguayo y su trabajo entrá a su sitio Alejandro Colucci .

Las imagenes son gentileza de Alejandro Colucci, como no podía ser de otra forma!!!