Mañana de Domingo. Lluviosa mañana del último día de vacaciones...
Me encantaría que por un momento vieras por mis ojos...
Todavía estoy frente al gran ventanal. El cielo es de un gris claro y espeso. Las gotas caen serenas, el verde lo agradece... El vientito suave acaricia las ramas de los árboles... o quizás sean los árboles que acarician en viento... no sé...
Quisiera que esta vez, escucharas por mis oídos...
El agua susurra una canción tranquila en el patio. El vientito silva bajito. Los pájaros están acurrucados y cantan tímidos...
Me gustaría que alguna vez olieras con mi nariz...
El pinar tiene perfumes infinitos, pero hoy huele a tierra mojada y a mate recién preparado...
Mate...
ese sabor tan especial que sentirías con la percepción de mi lengua...
Si pudieras sentir con mi piel al menos un rato...
Sería inevitable... Sentirías abrigo. La temperatura perfecta, el abrazo de la ropa de algodón, los pies descalzos sobre el sofá mullido...
Y si por un instante pudieras sumergirte en mi alma...
sentirías mi sonrisa...
Estoy de vuelta.
Estoy de vuelta.
3 comentarios:
Sería como el fundirnos en el otro...
Me gusta la idea, aunque sea imposible.
Es bueno tenerte de vuelta amiga!
sentir tu sonrisa..
Ya se te extrañaba...
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