Deseos (parte 1)

Que difícil es hablar de deseos, ni siquiera se por donde empezar, pero hace tiempo que quiero compartir con ustedes este tema y sistemáticamente lo evado...
Lo más curioso es que tengo la sensación de que a veces no le hago caso a mis deseos o me ganan los deseos del otro.
Peor todavía, recién estoy aprendiendo a diferenciar mi deseo del deseo de los demás...
A ver si logro explicarme.
En mi familia no hay profesionales universitarios (por una cosa o por otra han dejado sus estudios), pero son personas brillantes que han sabido destacar en lo que se han propuesto (para muestra, mi abuela).
Yo deje de estudiar cuando tenia 18, unos años después (ya siendo mamá de Bruno) retome, decidí entrar a la facultad de ciencias a estudiar Bioquímica. Fueron años difíciles, en mi vida había corrido tanto, viajaba de lunes a viernes a Montevideo y pasaba ahí desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Bruno tenia 6 años y ya era diabético, pero no tan dependiente de mi como su papá. Trabaje en 3 colegios (para sostenerme los estudios) y en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable como honoraria (porque me gustaba la investigación), además hacia todos los cursos de la carrera... Sin embargo fue una etapa que disfruté muchísimo (porque era mi deseo el que estaba poniendo en juego).
Años más tarde me separé del papá de Bruno y no volví a estudiar....
Las excusas que me puse? todas las que antes no habían funcionado, que no tenia tiempo, que tenia que trabajar para poder mantenernos mi hijo y yo, que no podía estar lejos de Bruno tanto tiempo, etc....
Desde ese momento empecé a recorrer el camino que toda la familia conocía, el camino seguro; volví a ser la nena de mi madre, fui a trabajar con mi padre, dejé de estar tantas horas lejos de mi casa, prácticamente deje de viajar a Montevideo. Mi mundo de a poquito se achico hasta limitarse al ida y vuelta de casa al trabajo...
Yo disfrutaba mucho aquella vida apurada de la universidad y también de ser capaz de no depender de nadie... Pero en un momento de debilidad me fue más fácil colgarme de los deseos ajenos que seguir poniéndole el hombro a los míos... Claro, más fácil no quiso decir jamás que fuera mejor....
No importa, de todo se aprende y por suerte hoy puedo decir que las cosas están empezando a cambiar...

Pero un momento! la idea de este post no era hablarles de mi vida, la idea era hablar sobre los deseos y que hacemos para defenderlos y para que no nos atropellen deseos ajenos. Contame, quiero saber tu experiencia.