No tengo nombre para este post, ni foto, solo ganas de publicarlo.

Hoy fue uno de esos días heavys, je.
Me desperté para llamar al príncipe para que se levantara, pero hoy, al igual que el resto de la semana, se sentía mal. Las glicemias andaban voladoras... Ya no me asusto con eso... venimos peleando con esa diabetes hace 7 años, pero hoy yo estaba con ese humor del quinto infierno que me caracteriza a estas alturas del mes...
Hace unos días que estoy medio resfriada y con dolor de garganta, pero no era hoy el momento de aflojar... después de 50 días de espera, esta tarde por fin, estaría el resultado de la biopsia del hígado que le hicieron al nano... Obviamente, 50 días haciéndome las películas más horripilantes que una madre pueda hacerse...
Tenía la casa patas arriba, así que entre control y control que le hacía a mi principito, iba limpiando. Tarea que detesto, por cierto...
El teléfono estuvo más denso que de costumbre. Por supuesto, mi vieja llamó 14mil veces, pero también llamó mi padre, del liceo del nano, mi abuela y hasta una alguien que llamó por error. Como si eso fuera poco, los sms no faltaron... mi compañera de laboratorio, mi amiga, mi vieja (again) y el padre del príncipe para avisarme que estaba enfermo y no iba a poder ir conmigo a la doc del nano a buscar el resultado. Ahí mi mal humor llegó al climax,,, es que tenía tanto miedo de lo que fuera a decirme la doctora, que me daba una angustia enorme saber que iba a tener que estar sola... en fin... Pensé en pedirle a mi ex-"amor" que me acompañara... pero no se dignó a contestarme los mensajes, jejejeje un divino! Igual, mejor, no esta bueno andar poniendo en compromiso a nadie.
Tenía que estar 14.30-15 hs. en el consultorio de la doc, entonces le pedí a mi tía si me podía llevar hasta allí de pasada, porque ella entra a trabajar a esa hora. Me dijo que si, pero... pasó a buscarme a las 3 de la tarde... Cuando llegué a la consulta (estilo quien está huyendo de una tribu de indígenas caníbales), me tuve que comer el sermón de la enfermera por la llegada tarde... Claro, me mordí fuerte la lengua para no mandarla al cuerno.
De la gastroenteróloga a la diabetóloga, a pedir recetas para la medicación del príncipe. Una horita de espera porque la historia del paciente (es decir, mi hijo), estaba en el consultorio de la gastroenteróloga (una cuadra de distancia, una hora, cien metros, 60 minutos para traer la historia... todavía no puedo entenderlo...).
Vuelta para casa en el bus (a estas alturas ya se imaginan como venía de lleno ese ómnibus, no?), de pie casi hasta llegar. Bajo, voy a comprar unas cosas para hacer una torta para esperar a un amigo que no veo desde setiembre que quedó en venir a casa a las 10 de la noche.
Cae mi madre y mi tía. Mamá con un humor de miércoles y yo... exploté. Cuando uno no puede más... no puede más y pum! explota!...
Después de casi una hora de discusión salada, se fueron. Ya casi era la hora de llegada de mi amigo y yo sin hacer la famosa torta. Me rendí, no la hice nada y me puse a tomar mate para esperarlo (para descansar un poco, para despajarme)... es decir, lo dejé de esperar cuando empecé a escribir esto... jajajaja Gracias Juan! vos si que sos un amigo!!
Ya es sábado, madrugada del sábado. Recuerdo el viernes que tuve y me río. Me río feliz. Pasaron un montón de cosas más que no voy a detallar, todas jodidas, pero saben? no me importan. No me importa nada. Estoy feliz, porque los resultados de la biopsia de mi hijo dieron bien!! Bruno tiene el hígado sano y yo siento que después de 50 días de retener el aire, volví a respirar!

Gracias a la gente que ha estado pendiente del príncipe.
Un abrazo enorme.