
Ayer fue uno de esos días... No soportaba ni el más minimó nivel de frustración en sangre... No me bancaba ni un esbozo de sarcasmo, ni un reflejo de irónía, ni nada de nada. Fue uno de esos días en que sentí que la caída era eterna. Y vaya si habré sentido que se perdió la magia... y la distancia se sintió helada...
Igualmente el estado de masoquismo me duró unas horas nomás. Cuando me di cuenta que el bajón venia por el lado de las cosas imposibles, le puse la energía a las cosas posibles y listo! el efecto empezó a revertirse (debo estar creciendo, estoy hecha toda una mujercita! jejeje). Y hoy, apenas 12 horas después de la caída, ya siento otra vez que la vida es bella! jejeje (me estaré volviendo bipolar? Doc. Luis, que opina?)
Definitivamente necesito unas vacaciones de cielo azul, pero como todo en la vida, seguro llegarán solo cuando sea el momento indicado, ni antes ni después...
Mi hijo me regaló esta canción (es increible lo que me conoce este niño), ahora, yo se la regalo a quien la necesite.
Porque, quien no ha tenido un día malo, no?
Besos y abrazos varios, pa'los que me quieren bien!