Tengo los pies helados a pesar que el verano entró hace un par de días. Una tarde de tregua antes de las horas que se viven como si fueran las últimas.
Todo está casi pronto; los obsequios, el banquete, los logros, lo que quedó en el tintero y la esperanza de poder volver a empezar otro ciclo. Una nueva oportunidad...
Un abrazo fraterno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario