El sábado salimos (casi sin rumbo) y, como casi siempre, terminamos en The Sannon Irish Pub que estaba cumpliendo ocho años.
Ese lugar es increíble, uno siente que se transporta en el espacio y en el tiempo cuando entra ahí. Cómo era de esperar estaba atestado de gente y nosotros llegamos justo para cuando empezaba a tocar una banda que, hasta ese momento, para nosotros era desconocida.
Grianan. Cuatro integrantes, de los cuales uno de ellos era una joven violinista que hizo cantar ese instrumento con maestría.
¿Qué decir? Una maravilla, nos encantó. A ver que les parece a ustedes (y a vuestros pies).
