25 setiembre, 2006

Un día malo



Ayer fue uno de esos días... No soportaba ni el más minimó nivel de frustración en sangre... No me bancaba ni un esbozo de sarcasmo, ni un reflejo de irónía, ni nada de nada. Fue uno de esos días en que sentí que la caída era eterna. Y vaya si habré sentido que se perdió la magia... y la distancia se sintió helada...

Igualmente el estado de masoquismo me duró unas horas nomás. Cuando me di cuenta que el bajón venia por el lado de las cosas imposibles, le puse la energía a las cosas posibles y listo! el efecto empezó a revertirse (debo estar creciendo, estoy hecha toda una mujercita! jejeje). Y hoy, apenas 12 horas después de la caída, ya siento otra vez que la vida es bella! jejeje (me estaré volviendo bipolar? Doc. Luis, que opina?)

Definitivamente necesito unas vacaciones de cielo azul, pero como todo en la vida, seguro llegarán solo cuando sea el momento indicado, ni antes ni después...

Mi hijo me regaló esta canción (es increible lo que me conoce este niño), ahora, yo se la regalo a quien la necesite.
Porque, quien no ha tenido un día malo, no?

Besos y abrazos varios, pa'los que me quieren bien!

10 setiembre, 2006

Invierno de 92


Tenía uno poco más de 17 años y todavía se me hacía un nudo en la garganta cuando escuchaba "Wish you were here", de Pink Floyd recordando aquella pena de amor que ya tenía dos años.
Cursaba 5º año de liceo, esta vez con más éxito que la anterior porque ya no me pasaba horas en la cantina del liceo jugando al Truco*.
Llevaba meses peleada con mi hermana del alma. Obvio, por un tipo, el rubio de la discordia que no tuvo mejor idea que dejarme a mi y ponerse de novio con mi mejor amiga... Igual, nunca me gustaron los rubios, jeje Pero como dolió que mi amiga le diera el gusto, en fin...
The Cure, mi banda favorita durante la adolescencia me llenaba de amor los viernes con Friday I'm in Love y seguramente daba la única excusa para salir con aquel flaco, porque era lo único que teníamos en común.
Me había llegado el momento del pire y como nunca le entré ni a las drogas ni al alcohol, se me dio por el esoterismo, así que invertí algo de dinero en cursos de Alquimia (?) No aprendí a transformar metales (una pena!), pero de última, aprendí algo de simbolismo, no estuvo tan mal.

Leía a Bach y evaporaba nubes con el pensamiento. Don Juan Matus dejaba sus enseñanzas con la voz de mi madre en las íntimas reuniones familiares al rededor de la chimenea de la cabaña en donde vivía con mis viejos.
Al límite de faltas en matemática, fue la única vez en mi vida que entré a clases un 14 de agosto, aniversario de la muerte de Liber Arce, un estudiante Uruguayo asesinado por las fuerzas represivas del presidente Pacheco Areco (puaj). El "profesor" de matemática, el Goy Ortiz, no era más que otro milico puesto a dedo durante la dictadura, que aprovechó la oportunidad para hablar pestes del mártir estudiantil... Habré traicionado mis principios entrando a clase, pero también me di el gusto de hacer callar al viejo facho, bajo amenaza de denunciarlo por hablar de política en horas de clase. Pequeños placeres...
Y así pasó mi invierno del 92, el último invierno antes de que toda mi vida cambiara para siempre...

Vos te acordás en que andabas en ese invierno?

*Truco: popular juego de cartas, super divertido aunque adictivo. Dificil de aprender a jugar si no se le dedica mucho tiempo (por eso no entraba nunca a clases).


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Si!! escuché el último disco del Cuarteto de Nos, me encantó!

03 setiembre, 2006

Reencuentro con un viejo amor


Allá por marzo le contaba en un post, como se había achicado mi mundo hace unos años atrás, pero también les decía que las cosas habían empezado a cambiar. La semana pasada me reencontré con un gran amor que dejé por aquel entonces. Que curioso que todavía me esperara...
A pesar de que fui yo quien se movió para que sucediera tamaño acontecimiento, admito que tenía mucho miedo antes del reencuentro... Creo que el temor pasaba por encontrarme con un desconocido, o quizás fue miedo a no sentir lo mismo, o a estar muy vieja, que sé yo... Postergué la cita una semana, no se si fue para tomar coraje o un simple acto de cobardía. Pero la semana pasada respiré hondo y partí a su encuentro...

Fue un encuentro feliz, al principio costó un poco (obviamente me estaban jugando en contra todos los miedos) pero al siguiente día ya se sintió mucho mejor y al otro mucho más.
Les dije? Estoy feliz. Me reencontré con una parte de mi que había dejado tirada en el olvido. La semana pasada volví a la Universidad, a mi adorada Facultad de Ciencias, a trabajar duro para llegar a mi título de Bioquímica!!!

Para los que leyeron aquel post que les mencioné al principio, esto se trata de un deseo concretado. Volver a la universidad es uno de mis deseos más queridos. Deseo cumplido! Ahora voy por más!

Contame tus deseos, contame que querés. Esos deseos chiquitos, esos que le dan matices a tu vida. Me encantaría que me contaras sobre esos deseos que haz propuesto cumplirte.

La foto, un rinconcito de Facultad de Ciencias, Universidad de la República.